La intervención supone la ampliación de la edificación existente, con una capacidad en bodega de 100.000 litros, respetando la nave en su estado y uso actual, llevado a cabo en ella labores de adecuación en aquellos puntos donde sea necesario, incluyendo aperturas que faciliten su conexión con el volumen de nueva construcción, adosado a ella.

En planta baja, bajo la zona de descarga de uva, se sitúa el espacio de la nave reservado para la elaboración y embotellado del vino, y se conecta mediante escalera y rampa con la nueva sala de crianza, tanto en barricas como en botellas. Se obtiene de este modo un edificio que permite el proceso de elaboración del vino por gravedad, minimizando los bombeos tanto de uva como de vino. Además, se plantea generar un almacén de productos de selección, vinculado a la sala de crianza, con una iluminación natural mediante unos lucernarios troncocónicos visibles desde planta primera, donde sobresalen como elementos esculturales en la terraza para eventos.

Con todo ello, se pretende aunar contemporaneidad y tradición. Una volumetría audaz que pueda impresionar al visitante, tamizada con los materiales que sugieren arraigo, tradición y calidad: la piedra y la madera, fundamentalmente. Entendemos la presencia de la bodega como parte integrante fundamental de la imagen comercial de la marca.