La propuesta nace como una respuesta a la continuidad no existente entre los elementos icónicos del paisaje de Rippafratta: la fortaleza de St. Paolino y las torres de Centino y Nicolai, actualmente en desuso, las cuales también representan una conexión defectuosa, principalmente debido a la abrupta topografía del Monte Pasini. Una reconexión que ayuda a percibirlo de nuevo por completo, poniéndolo en valor y permitiendo la experiencia a múltiples escalas.

El Eje de Transporte Intermodal (ITH) surge como un gran puente sobre el Rio Serchio conectando las dos orillas a través de una pieza ligera que desprende una tinta sólida. La infraestructura se divide en otras dos bandas principales que sostienen entre sí el Centro de Visitantes, con el fin de dotar a estos elementos no solo de una funcionalidad de tránsito.

El espacio polivalente en el interior de la fortaleza se concibe como una mínima intervención, con el fin de preservar la belleza que ostenta el aspecto actual de la ruina. Un camino excavado en el terreno, donde el visitante puede observar las ruinas desde el interior, y acceder a la nueva zona polivalente subterránea. El espacio exterior existente se entiende como la zona apta para actividades al aire libre.

Las Torres de Nicolai y Centino, fundamentalmente paisaje del escenario de Rippafratta, ayudan a entender el conjunto y actúan como un acompañante necesario para el visitante.

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