Se plantea la transformación del aparcamiento para vehículos del Centro Municipal de Protección Animal de Valladolid en un recinto canino, pensado para los voluntarios que van a jugar con los perros y para las adopciones, las cuales requieren de sesiones previas de interacción entre los animales y los adoptadores. La zona de aparcamiento al aire libre se convierte en el recinto de juego y se aprovecha una marquesina para seis vehículos para transformarla en un aula de formación ligada al recinto.

La marquesina original está constituida por cuatro pórticos de estructura metálica, formado cada uno por un pilar y una viga en voladizo de perfiles tubulares de acero. La cubrición la forma una chapa grecada sencilla de acero. Ambos componentes se aprovechan para el aula.

El espacio se localiza en la zona oeste del CMPA separado del edificio principal por una explanada de circulación rodada. Se elimina la posibilidad de conexión visual entre las dependencias del centro y el recinto canino mediante la construcción de un vallado ciego, contando con un acceso para los perros bajo el voladizo del aula y otro acceso independiente al área para voluntarios directamente desde la calle

Una nueva piel de madera de pino tratada con autoclave resuelve la totalidad de los paramentos tanto exteriores como interiores. El aula cuenta con una zona de charlas con vistas hacia el recinto de juego, dos aseos y un pequeño almacén. El último vano de la antigua marquesina configura un gran porche abierto que protege la zona de recepción de perros junto al acceso. La estructura de la antigua marquesina se pinta de naranja para remarcar su condición de elemento preexistente y reciclado.